Autor/es: San Ambrosio de Milán
Visto: 3352 veces
Si me abraza la fiebre,
Tú eres la fuente que refresca;
si me oprimen las culpas,
Tú eres la liberación;
si necesito ayuda,
Tú eres la fuerza;
si tengo miedo a la muerte,
Tú eres la vida;
si deseo el cielo,
Tú eres el camino;
si huyo de las tinieblas,
Tú eres la luz;
si me falta nutrirme,
Tú eres el alimento.